¿Menopausia? Cuide las medidas de su cintura

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¿MENOPAUSIA? CUIDE LAS MEDIDAS DE SU CINTURA

La menopausia, independientemente de la edad a la que ocurra, es una etapa en la que se favorece el aumento de peso y el desarrollo o el agravamiento de la obesidad. Se estima que durante esta etapa, el peso aumenta cerca de un 6% ya que la grasa visceral se eleva aproximadamente un 17%.[i]

Se estima que 6 de cada 10 costarricenses mantienen un peso superior al recomendado.[ii]  La población femenina es la más afectada, de acuerdo con un estudio publicado en la Revista Lancet, un 67% de las mujeres costarricenses presentan esta condición. [iii]

Después de la menopausia las mujeres deben prestar especial atención a su dieta pues, entre los 55 y  60 años tienden a desarrollar o agravarse problemas con su peso, contrario a lo que ocurre con los hombres, quienes mantienen pesos más estables durante esta época. viii

Evolutivamente nuestro cuerpo está diseñado para acumular la energía (calorías) extra que comemos, y no utilizamos, en forma de grasa. Esta capacidad le permitía a nuestros ancestros sobrellevar los periodos de hambruna. Sin embargo, nuestro estilo de vida actual no se ajusta a este modelo ahorrador, por lo tanto, la principal causa de la obesidad es la diferencia entre la energía que comemos y la que gastamos. [iv]

Está energía extra se acumula en forma de grasa, la cual se clasifica de acuerdo con su posición: si se almacena debajo de la piel, se conoce como grasa subcutánea, y si se acumula en el abdomen rodeando órganos internos, se denomina grasa visceral o abdominal.[v] Este tipo de grasa libera sustancias que activan procesos inflamatorios en el cuerpo, los cuales contribuyen con el desarrollo de enfermedades crónicas como: diabetes mellitus tipo 2, hígado graso, hipertensión arterial, arteriosclerosis y síndrome de ovarios  poliquísticos, entre otros.[vi]

Cambios físicos durante la menopausia

La ganancia de peso durante este periodo se debe, entre otros factores, a la diminución en la producción de estrógenos (hormona femenina). Una de las funciones de los estrógenos es liberar leptina, una sustancia que regula el apetito y genera sensación de saciedad. viii

En resumen, la disminución de estrógenos durante la menopausia afecta la producción de leptina, situación que influye en el comportamiento alimentario de las mujeres, quienes comen alimentos azucarados y grasos.

En el caso de las mujeres, los estrógenos estimulan a las células grasas (adipocitos) que se encuentran en los muslos y caderas de forma más activa que los adipocitos que se encuentran en otras áreas del cuerpo, por lo tanto, la grasa tiende a depositarse en estas áreas.  Al instaurarse la menopausia, los estrógenos se reducen, situación que aumenta la grasa visceral asociada con las enfermedades crónicas mencionadas anteriormente. viii

Identificar de forma temprana un aumento en la grasa visceral es indispensable para prevenir enfermedades que deterioran la salud y afectan la calidad de vida de las personas.[vii]  Un indicador muy exacto para estimar la grasa visceral con gran exactitud es el perímetro de la cintura. Se recomienda que la circunferencia de la cintura no sea mayor a 88 centímetros para las mujeres y de 102 centímetros para los hombres.

Bibliografía

[i] I. Pavón , C. Alameda, J. Olivar Roldán. Obesidad y menopausia. Nutrición Hospitalaria. 2006;21(6):633-637

[ii] NCD Risk Factor Collaboration. Trends in adult body-mass index in 200 countries from 1975 to 2014: a pooled analysis of 1698 population-based measurement studies with 19·2 million participants. The Lancet. Volumen 387, No. 10026, p1377–1396, 2016

[iii] Ng, Marie et al. Global, regional, and national prevalence of overweight and obesity in children and adults during 1980–2013: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2013.The Lancet , Volume 384 , Issue 9945 , 766 – 781

[iv] Organización Mundial de la Salud. Nota descriptiva Obesidad y Sobrepeso. Junio 2016.

[v] G. González, S. Hernández, P. Pozo,  D. García. Asociación entre tejido graso abdominal y riesgo de morbilidad: efectos positivos del ejercicio físico en la reducción de esta tendencia. Nutrición Hospitalaria. 2011; 26 (4):685-691.

[vi] G. González, S. Hernández, P. Pozo,  D. García. Asociación entre tejido graso abdominal y riesgo de morbilidad: efectos positivos del ejercicio físico en la reducción de esta tendencia. Nutrición Hospitalaria. 2011; 26 (4):685-691.

[vii] J.C López, L. González-García. Enfermedades asociadas a la obesidad. Revista de Endocrinología y Nutrición Vol. 9, No. 2. 2001

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