Sabemos que el cáncer es una de las enfermedades más comunes y temidas de la época moderna, pero hay mucho que podemos hacer para ayudar a nuestro cuerpo a no tener que enfrentarla. A continuación, detallamos 10 estrategias:

1. Mantenga un peso corporal saludable: esto le permitirá evitar procesos inflamatorios. La ciencia ha demostrado que el sobrepeso desencadena una serie de cambios a nivel corporal que contribuyen a la aparición de esta enfermedad; como el aumento de los niveles de insulina; la inflamación crónica, cantidades más elevadas de estrógenos producidas por el tejido graso y asimismo las células grasas pueden afectar los procesos que regulan el crecimiento de las células cancerosas.

2. Incluya en su dieta alimentos fuente de antioxidantes.

Los alimentos que consumimos pueden promover o retrasar la aparición de cáncer. Las dietas ricas en caroteniodes, vitaminas, antioxidantes, compuestos fenólicos y fibra reducen el riesgo de cáncer y de enfermedades crónicas, pues rpotegen contra el daño de los radicales libres, lo que mejora la resistencia de las céluas al estrés oxidativo. Por lo que se aconseja consumir:

• Al menos 2 frutas diarias
• 3 vegetales no harinosos (zucchini, chayote, berenjena, zanahoria) durante el día.
• Al menos ½ taza de leguminosas (frijoles, lentejas, garbanzos, cubaces) al día

3. Seleccione productos integrales: el uso diario de alimentos altos en fibra reduce el riesgo de padecer obesidad, ayuda a la pérdida de peso y al mantenimiento del mismo. Se ha demostrado que las dietas altas en fibra reducen la producción hormonal y el riesgo de sufrir cáncer de mama. Con el propósito de incorporar en la dieta fibra se sugiere el consumo de:

• Arroz o pastas integrales.
• Quinoa
• Elegir granola o avena en lugar de los cereales de desayuno comerciales.

4. Limite al máximo el consumo de bebidas alcohólicas: hay consenso científico de que el consumo de alcohol está relacionado con la aparición de diferentes tipos de cáncer. La evidencia indica que, a mayor consumo de alcohol, hay mayor riesgo de padecer cáncer de mama, de colon, de cabeza y cuello, de esófago y de hígado. Hay varias posibles explicaciones al respecto, una indica que, durante la metabolización del etanol, se produce un químico tóxico para el cuerpo llamado acetaldehído, el cual puede dar el ADN.

5. Evite el consumo de alimentos ahumados y embutidos: debido a su contenido de nitritos y nitratos, dos sustancias cancerígenas. Según la Organización Mundial de la Salud, la carne procesada como tocineta, salchichas, salamis y jamones, aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer colorectal.

6. Evite consumir snacks que es su etiqueta indiquen la presencia de grasas trans: según científicos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), estas grasas pueden perjudiciales para las mujeres, pues se ha comprobado su relación con el cáncer de ovario. Conclusión a la que se llegó luego de hacer un amplio estudio en 521.330 participantes de 10 países europeos durante 8 años. Asimismo, un análisis de 12 estudios de casos evidenció que existe una relación directa, estadísticamente significativa, entre consumo de grasas saturadas y cáncer mamario después de la menopausia.

7. Limite el consumo de carne roja: consuma máximo 2 veces por semana. Según el Cancer Research de Reino Unido, el 21% de los casos de cáncer de colon son imputables a las carnes rojas o procesadas. Debido a que carnes rojas tienen un alto valor nutricional, lo que se recomienda es reducir el consumo, no eliminarlas.

8. No fume: si bien las carnes procesadas son dañinas, no hay nada como el humo del tabaco, el cual contiene al menos 70 sustancias químicas, que pueden ser causa de esta enfermedad en cualquier parte del cuerpo. Solo en el caso del cáncer de pulmón, de acuerdo al Centro Nacional de Prevención de Prevención de las Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de Estados Unidos, en la actualidad los fumadores tienen un mayor riesgo de contraer cáncer de pulmón que el que asumían en 1964, aun cuando fumando un número menor de cigarrillos. Una de las causas podría ser los cambios en la forma en que se producen los cigarrillos.

9. Prefiera el aceite de oliva para cocinar en lugar del aceite de soya girasol o maíz. Esta recomendación surge porque estos 3 aceites aportan más omega 6 que el aceite de oliva y el omega 6 se caracteriza por provocar un efecto proinflamatorio en el cuerpo.

Prevenir el cáncer es fácil si tenemos la información correcta y adoptamos prácticas saludables en nuestro día a día.

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Artículo escrito por la Dra. en Nutrición, Laura Guzmán.