Guía para conservar alimentos en la refrigeradora

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Existen varias técnicas y recomendaciones para la organización de la refrigeradora que ayudan a mantener los alimentos frescos y en buen estado por la mayor cantidad de tiempo posible. Aquí le detallamos cómo conservar sus alimentos según el tipo de producto que desee almacenar:

1. Frutas y verduras

Antes de guardarlas, se pueden lavar con abundante agua y secarlas para evitar cualquier exceso de humedad. Una vez secas, se pueden almacenar en las gavetas de la refrigeradora indicadas para este uso. Estas áreas permiten un mejor control de la humedad, temperatura y exposición de los productos por ser espacios cerrados. Este grupo no toma en cuenta los tubérculos, ya que estos se pueden mantener en temperatura ambiente por lo que no se mantienen bajo refrigeración y los cuidados mencionados anteriormente no aplican.

En el caso de los vegetales con hojas verdes, estos requieren de mayor humedad para mantenerse frescos (por ejemplo el culantro y la lechuga), por lo que el ambiente de la refrigeradora las tiende a resecar. Estas se pueden almacenar en recipientes cerrados y cubiertas por plástico o papel toalla. De esta manera, el material va a retener el agua que libere el vegetal por su proceso de respiración, y evitará que se seque.

2. Productos lácteos y embutidos

La recomendación general para ambos grupos de alimentos es mantenerlos en refrigeración en un ambiente cerrado, es decir, en contenedores cerrados que aíslen al producto de la cámara de alimentos. Esto se debe a dos razones principales.

Primero, la cantidad de humedad que la mayoría de estos alimentos contiene es menor a la de la refrigeradora, por lo que su exposición constante al ambiente hará que pierda agua de su composición y cambien sus
propiedades sensoriales (por ejemplo su textura o color). En segundo lugar, estos alimentos tienen microorganismos y características propias de sus materias primas. La exposición a otros alimentos en la refrigeradora puede involucrar contaminación cruzada hacia o desde otros alimentos, por lo que su vida útil se reduce al tener un riesgo con respecto a su inocuidad y calidad.

3. Huevos

¿Deben o no de estar refrigerados? Lo recomendable es no refrigerarlos, ya que su cáscara se humedece al estar en refrigeración que provoca una abertura de los poros en la cáscara y el transporte de bacterias desde afuera del huevo hacia adentro. Esto puede causar degradación en el huevo y presencia de estas bacterias en el producto al ser consumido que pueden causar enfermedades. Sin embargo, la vida útil se reduce significativamente si los huevos no son refrigerados. Por lo tanto, en el caso de querer mantener por mayor tiempo este producto, se pueden limpiar antes de refrigerarlos utilizando papel toalla seco y limpiando con suavidad la cáscara.

4. Líquidos

En general, la instrucción para la mayoría de líquidos (como refrescos, leche, salsas, aderezos, etc.) es refrigerar una vez abiertos. Esto se puede hacer en la cámara general de refrigeración. Sin embargo, algo importante a tomar en cuenta es que estos líquidos deben mantenerse en sus contenedores originales. En algunos casos, el envase influye en la vida útil del producto ya que ciertos materiales ofrecen protección extra sobre factores del ambiente, como es la luz, variación de temperaturas y humedad. Además, estos contenedores en la mayoría de alimentos contiene información importante como es la fecha de caducidad, ingredientes y tabla nutricional.

5. Productos cárnicos y mariscos

Las carnes pueden ser encontradas en condiciones de refrigeración en la mayoría de supermercados. Una vez en el hogar, se recomienda mantener la línea de temperatura fría lo más posible antes de su consumo. En el caso de que se vaya a consumir en un lapso corto de tiempo (de 3 a 5 días con excepción de cortes de ave que se mantienen de 1 a 2 días) se puede mantener la carne en la refrigeradora.

Entre más tiempo pase dentro de este lapso de tiempo, el alimento puede cambiar sus propiedades sensoriales por la pérdida de agua y líquidos del músculo. Después de los días mencionados se recomienda mantener en congelación para evitar degradación. La mejor manera de congelar las carnes es en capas singulares y homogéneas en contenedores que cubran la carne de la cámara de congelación para evitar la calidad de sus propiedades.

6. Productos congelados

Estos productos tienen una alta variedad con respecto a la materia prima de la que se origina. Algunos de estos son los vegetales congelados, tortas de carne molida congeladas, piezas de pollo empanizado , entre otros. Cualquier producto que esté en congelación desde el supermercado se tiene que mantener en estas condiciones hasta el momento de su consumo. Esto se debe a que una alteración a temperaturas de refrigeración o temperatura ambiente afecta significativamente sus características por la disrupción que ejercen los cristales de agua al derretirse en la estructura del alimento y el arrastre del agua de ingrediente del alimento como sal, azúcar o especias. También puede haber crecimiento microbiológico que se evitó desde un principio por la congelación y se elimina por medio de la cocción.

7. Comidas preparadas

Es normal que al preparar comida queden sobras que se tengan que almacenar. Para este grupo de alimentos sí se recomienda el almacenamiento en la refrigeradora para evitar cualquier tipo de degradación que afecte tanto a nivel sensorial como en algún grado de inocuidad. Sin embargo, la congelación de estos alimentos puede implicar cambios en sus características como textura y color.

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